viernes, 15 de noviembre de 2013

"No existen los patos"



Una madrugada como cualquier otra. Muy temprano por la mañana, salí de mi casa de la mano del sol que iba “de salida” también. Fui a un parque que está a 1 kilómetro de mi casa, donde procuro meditar 4 de los 7 largos días de la semana. Las preocupaciones y los distractores hacían las veces de una enorme mochila que cargaba en el recorrido. Iba pensando un sinnúmero de cosas aparentemente diferentes, pero unidas por un recuerdo, una palabra, un olor… el cerebro relaciona mil cosas en una misma línea de tiempo que, cuando uno está intranquilo parecería ser infinita.

Llegué al parque. En uno de sus extremos hay una laguna que es un poco más grande que una cancha profesional de fútbol. Es decir, no es gigante, pero no es pequeña tampoco. Yo suelo orar, meditar, agradecer y visualizar en su orilla, que para poder recrear la imaginación del lector, tiene 25 metros por 4 -más o menos-. No es redonda ni ovalada, no tiene una figura geométrica definida pero su diseño tiene cortes rectos. En la mitad hay una pequeña isla redonda decorativa. Esa mañana, como ya lo dije, traía una angustia que no facilitaba mi necesidad de encontrar paz.

Me senté y traté de poner la mente en blanco, pero las ideas hacían más ruido que una avalancha. Luego de diez minutos de intentos empecé a reconsiderar esta meditación, tal vez hacía más trabajando que ahí, “perdiendo el tiempo”. Como si no fuera ya suficientemente frustrante mi intento de meditación, vi que en la isla de la mitad había un grupo de patos. Tres de ellos se lanzaron al agua y empezaron a acercarse hasta donde estaba sentado yo. Aquí haré una pausa y por un momento cambiaré de giro la narración porque es la parte más importante de este relato. Cuando yo tenía 4 años me atacó un gallo en el patio de mi casa. Me picoteaba y corría detrás de mí. Yo por la desesperación no podía encontrar la puerta de salida y traté de subirme al marco metálico de una ventana. El gallo saltaba y seguía picoteándome las piernas mientras yo gritaba aterrorizado. Desde ahí, pese a que ya tengo unos centímetros y unos kilos de más, todo animal que tenga plumas me da miedo. Por eso cuando empezaron a venir hacia mi los patos, se despertó ese primitivo instinto de supervivencia que me decía: “¡De pie!, ¡De pie!” Trataba de concentrarme pero ahora las circunstancias se habían vuelto mucho más adversas. Finalmente, vi como los patos llegaron a un metro de mi posición pero, por estar yo sentado y por estar el agua de la laguna sesenta centímetros más abajo del piso donde yo estaba sentado, se formó un “punto ciego”. Yo sabía que los patos estaban ahí, pero no podía verlos. La señal de alerta me la darían los aleteos de estos animales al querer subir a la orilla. Como voy con frecuencia, estoy muy familiarizado con ese sonido.

La meditación se transformó en un estado de alerta muy parecido al de los soldados en una trinchera. Pueden incluso encontrar una posición para acomodar el cuerpo mientras esperan, pero será imposible que lleguen a tener paz. Esa zozobra se apoderó de mi ya intranquilo momento de búsqueda de la quietud.

¡No pude más! Luego de un interminable minuto me puse de pie y me alejé unos metros de la orilla. Me dio curiosidad de saber dónde se habían escondido los condenados patos. Me acerqué a la orilla y no los ví. Fui por un borde cercano y tampoco estaban ahí. Busqué otra posición que me permita ver la laguna con más detalle sin dejar de mirar las posibles salidas y tampoco: no había patos. Me sorprendí mucho y fue en ese momento donde escuché una voz interior (a la que yo llamo la voz de Dios pero tal vez para otros sea la voz de su conciencia) que me dijo: “Materializaste tus miedos y eso te impidió cumplir tu propósito. Diariamente te pasa lo mismo. Dame la mano, camina confiado conmigo porque NO HAY PATOS”.

Me reí solo. Mis problemas desaparecieron porque tuve una de las más bonitas revelaciones de mi vida. No ganaba nada pensando en las dificultades que en ese momento no podía resolver. Esas dos horas de meditación, eran el regalo que yo me daba a mi mismo para darle un vuelco a mi vida. Pude concentrarme casi inmediatamente. Fue en ese momento donde volví a escuchar la sabiduría de la voz que me dijo: “Tienes un fin mayor”.

Ese día hice muchas reflexiones con respecto a mi Fin Mayor. Dividí mis “importancias” de mis “urgencias” y descubrí que mucho de mi tiempo estaba enfocándose en apagar incendios que me estaban distrayendo de lo importante de la vida.

Dios me habla a través de mi conocimiento. Yo milité durante siete años en el evangelismo. Leí la Biblia y guardé en mi corazón muchas de sus enseñanzas. Pero luego me alejé. En ese camino leí muchas más cosas, incluso obras que contradecían la Biblia por completo. Lo que es curioso es que Dios (o la voz que escucho), no escatima en recursos a la hora de hablarme. Utiliza ejemplos de todo lo que aprendo. Por esa razón es que no me limito a creer en un Dios con “nombre y apellido” sino en la fuente misma del amor. Estoy completamente seguro de que al otro lado del mundo, a quienes crean en otro Dios, les es revelado el amor igual que a mi… Mi Dios no tiene nombre. Lo llamo “Padre” por costumbre. Algunos lo llamarán “Madre”, otros “Arquitecto”… cuando le pregunté que cómo debía llamarle, sentí que sonrió con ternura y me hizo entender que eso era irrelevante con respecto al mismo hecho de buscarle. Y les cuento esto porque me recordó un párrafo bíblico que está en Mateo donde Cristo me dice que los pájaros no siembran, ni ciegan, ni cosechan y sin embargo Dios les provee diariamente. En esta enseñanza Dios Amor me dijo lo mismo. Mis urgencias están en la provisión, cuando ésta debería estar asegurada por mi fe. Las importancias, este “Fin Mayor”, está en mi quehacer cotidiano y nada tiene que ver con el enfoque de la producción.

Pero ahí no terminó mi enseñanza. Luego me trajo a la memoria un texto que está en la Primera Carta a los Corintios. En el capítulo 3 dice que nosotros somos compañeros de trabajo al servicio de Dios. Somos co – creadores. Deepak Chopra dice en su “Libro de los Secretos” que nuestra misión es la expansión de la creación. Dios y yo creamos juntos. De hecho yo aporté en la creación de mis hijos, de mis canciones, de este artículo, etc. Soy co – creador. Pero si esto es cierto, si mi Fin Mayor es crear “hombro a hombro” con Dios, mi responsabilidad y mi papel el la vida dan un giro extraordinario. Yo tengo la obligación de crear cosas buenas, ya no me puedo permitir insultos, malos modos, bravatas… Cuando la gente me mire, debe ver el amor manifestándose, ¡ese es mi Fin Mayor!. No me pide que deje mi trabajo y que me ponga una túnica para predicar en el desierto, no me pide que deje a mis hijos, me pide coherencia con esta enseñanza. ¡Soy co – creador con Dios! Es mi Fin Mayor el de vivir con la responsabilidad de ser el reflejo de lo que yo considero bueno: la amabilidad, la verdad, el amor hacia el resto, etc. Incluso la rectitud de mis actos, así esa rectitud signifique la mano dura, porque entendí que mi Fin no es ser un payaso que de sonrisas pasajeras, sino un ejemplo. Cada uno tendrá su lectura muy particular.

Esta no es una enseñanza que se puede digerir en un día. Es un proceso de formación. Para finalizar fui a conversar con un buen amigo y en medio de nuestra conversación le entró una llamada telefónica importante y tuvimos que hacer una pausa obligatoria. Yo, para darle cierta privacidad a su charla, salí de la oficina hacia un corredor donde Él tiene un par de afiches de películas famosas. Uno de ellos es el de los Expedientes Secretos X. He visto ese afiche más de 60 veces porque me toca pasar por ahí siempre que trabajo con mi amigo. Pero hoy decidí leer lo que decía en su parte superior, que fue la última “revelación” (como dice Chopra) que marcó ese día. La frase dice: “Si quieres saber la verdad, tienes que creer”.

Con ese reto, terminé el día y hoy escribo esto. Ha pasado casi una semana de esta enseñanza y no he recibido otra.

martes, 20 de agosto de 2013

¡Protesto!



Protesto contra el hambre en el mundo pero estoy en contra de dar ayuda a las personas necesitadas: una, porque no se cómo encontrarlas en Facebook, y otra, porque “pago mis impuestos” y los corruptos se cogen mi plata en vez de hacer algo por los pobres: ¿cachas?.

Protesto contra la explotación del Yasuní pero estoy en contra de dejar de contaminar a través de usar menos el auto porque: una, ya me acostumbré a la comodidad, y otra, porque ir en bus es peligroso. ¿No has visto en la tele?

Protesto contra las violaciones a mujeres pero estoy en contra de vestirme más “recatada” aun sabiendo que mi forma de vestir incita a mentes perturbadas. Tengo el derecho de vestirme como me de la gana y más bien el Estado debería hacer pruebas a TODOS los hombres para saber quiénes son los desviados.

Protesto contra los Estados Unidos porque creo que son unos abusivos y además hacen guerra a otros países. Pero no estoy dispuesto a dejarles de comprarles nada ni a ir allá de vacaciones: una, porque eso me da “full” estatus, y otra, porque finalmente el “ratón miguelito” no es el que está disparando contra nadie.

Protesto contra el calentamiento global porque creo que es “super mala nota” que nuestros hijos tengan un mundo echo pedazos para vivir… pero no estoy dispuesto a dejarles de comprar juguetes plásticos ni estoy dispuesto a comprar lo que me venga en gana: una, porque no es que va a bajar el calentamiento global solo si yo dejo de comprar; y otra, porque debería haber una campaña para que “todos acolitemos” y no solo los más giles.

Protesto en contra del Chávez y de todos los izquierdosos, aunque no leo mucho ni puedo defender con argumentos claros lo que digo… más bien digo lo que oí a panas que “si le cachan” y que leen “full”. Osea igual no me caen mucho esos manes porque quieren hacer del Ecuador “otro Venezuela” (qué también será eso, pero igual estoy en contra).

Protesto contra la corrupción pero estoy en contra de robarme las hojas de papel del trabajo para mi “enano”: una, porque este año les pidieron “full” materiales y no me alcanza el sueldo para comprar todo lo que se les ocurre a “los colegios”; y otra, porque en el trabajo nunca me han pagado horas extras, “así que así” desquito.

Estoy en contra de un montón de “notas” más. Por eso yo oigo “full” música protesta que “no es comercial” y que el resto “no cacha”.

sábado, 1 de junio de 2013

Cuando me toque…


Corto relato dedicado a los hijos de personas con Alzheimer

El olvido es la muerte más cruel. No desnutre, no desmiembra, no agota, no lacera, no desangra, no golpea, no tortura, no intoxica, no destroza… solo olvida.

Es en la cabeza donde se libran las más feroces batallas. Es en la cabeza donde se forman largas hileras interminables de recuerdos como soldados, como guerreros apostados a la espera de la nada. Es en la cabeza donde no se necesitan balas para fulminar momentos, caras, nombres, parentescos, gratitudes y hasta amores.

“¿Sabes quién soy?” es la trompeta que suena para avisar que se han desplegado las tropas. “No”, es el sonido del cañón que sin misericordia alguna borra por completo lo que fue.

martes, 7 de mayo de 2013

Encontré algo que escribí hace tiempo y lo quise compartir

Que trae

Un atropello trae otro, obligatoriamente. Una alegría trae una tristeza y una tristeza trae un cúmulo de nostalgias. Un periodo menstrual trae un cólico -generalmente- y un cólico no siempre trae un periodo menstrual. Un policía trae alevocía y un militar prepotencia -regularmente-. Un cura trae un séquito de monjas reprimidas, deseosas.

El clero trae contradicciones mientras el gobierno de turno trae mentiras. El presidente trae una banda de rapaces y los rapaces traen "hambre".

Los niños traen plátanos y las bananeras traen sobornos para monopolizar el negocio. Los perros traen sarna… los políticos también la traen dentro.

Las niñas traen moda y la moda trae dólares.

Yo traigo un par de amigos y mis amigos -casi siempre- no traen nada.

domingo, 5 de mayo de 2013

El HIJUEPUTA de Don Pedro



Con sus enormes posaderas cubre el 92% del sillón de primera clase del vuelo 870 de American Airlines con destino a la Florida. Huele bien, no podía ser de otra forma. Lleva en la mano uno de estos aparatos que les quitan paz a los ejecutivos de hoy: esos con los que estás en la oficina así no estés. No lee nada que esté disponible en el avión. Llevó su propio libro digital: “El Príncipe”. Pide un wisky escocés, reclina el asiento y un par de horas después llega a un hotel de 5 estrellas donde remoja sus traqueteadas posaderas en una tina de agua tibia y aromas afrodisíacos.

¿Qué tiene de hijueputa don Pedro? Allá voy. Antes debo hacer algunos otros apuntes importantes.

En Miami llama desde su celular a su secretaria en Quito, porque me olvidé decir que voló un jueves a las 09H00. Confirma que todo está bien y antes de pensar en su reunión del viernes a primera hora (por la que teóricamente hizo el viaje), pasa a comprarse ropa porque solo trajo equipaje de mano. Como casi es hora del “lonch”, compra ropa sencilla para el fin de semana en una tienda que está a dos calles de un restaurante italiano que le vuelve loco. Es complicado que gente de su abolengo racial e intelectual pueda desempeñarse con agudeza con el estómago vacío. Come algo ligero de 75 dólares, una copa de vino de 66, un café arábigo de 28 y fin: barriga llena, corazón contento.

Insisto, ¿es hijueputa por ser derrochador? ¡No!, ya voy al detalle de su hijueputez.

Pasa la tarde en el spa del hotel, va a la piscina, contrata un masaje tailandés y se recluye en su habitación para estar fresco y relajado para la reunión del siguiente día. No sale, pide un sánduche de pollo a la habitación, ve una hora de televisión y, extenuado, “cae como piedra” sobre la almohada de plumón de su cama “kinsais”.

Al siguiente día llega a la reunión que dura toda la mañana, acuerda un gran negocio, es invitado por sus nuevos socios a una noche de diversión que empieza a las 2 de la tarde y llega a la habitación de su hotel a las 5 y 53 del día siguiente. Duerme hasta las 6 de la tarde, baja al restaurant hambriento, luego se ducha, se viste y se va de “shopin” . Compra con su tarjeta de crédito el afecto de familiares cercanos y colaboradores estratégicos, da un par de vueltas y se va a dormir. El domingo toma un vuelo a Quito que le deja en Tababela, llega a su casa y el lunes vuelve a la compañía a preparar el próximo viaje a Pekín para anotarse otro “golazo”.

¿Y lo hijueputa? Ahí voy.

Don Pedro y solo Él, se encarga personalmente de la firma de cheques a proveedores. Esta ardua y tediosa actividad la realiza con desgano y desidia solo los días jueves a partir de las 4, porque le toca “pico y placa”. Este último mes no ha podido ser muy riguroso en su disciplina por un resfrío que le obligó a irse a la casa temprano, un par de reuniones impostergables las dos semanas siguientes y el viaje que les acabo de contar. Lleva 1 mes sin firmar cheques. Su director financiero, que le conoce como si lo hubiera parido, puso la platita en algunos negocios rápidos de oportunidad. La operación arrojó un resultado excelente: los proveedores serán pagados con plata que se ganó en otro negocio, es decir, la empresa no desembolsará ese dinero sino que con dinero ajeno generarán el pago para los fastidiosos y quisquillosos proveedores. Desde ese día, la política es demorar los pagos para que pueda invertirse esa plata en negocios paralelos y la empresa no tenga que hacer el 100% de esos desembolsos.

Gracias al hijueputa de don Pedro, la agencia de publicidad que maneja la comunicación de sus marcas, NO COBRÓ. Por consiguiente, la productora de televisión que hizo sus comerciales, NO COBRÓ. Por ende, la productora de audio que sonorizó los comerciales, TAMPOCO COBRÓ. Osea no tendrá con qué pagarles a los músicos y los locutores de los comerciales. El locutor esperaba con ansia esa plata porque como el pago ya tiene más de 3 meses de atraso, fijó en su cronograma la posibilidad de pagarle con ese cheque a la señora que hace el aseo en su casa… que por obvias razones TAMPOCO COBRÓ. La señora que tiene un hijo especial, no podrá llevarlo a las terapias al Baca Ortiz porque para movilizar a su hijo necesita obligatoriamente un taxi y la poca platita que tiene le sirve para pasajes de bus y para una semanita más de almuerzos. Pero lo peor es que debe en la tienda por unos atunes que compró y que, con el sueldito de mes se había hecho el propósito de pagar. Eso nos lleva al penúltimo paso: el vecino de la tienda TAMPOCO COBRÓ. Pero la historia termina en un hecho SIN PRECENDENTES. El señor de la tienda tiene obligatoriamente que estar abastecido sino la gente no entra a su local. Así que decide abastecerse de nuevos productos y la empresa que le abastece, que es la del hijueputa de Don Pedro, le da crédito máximo de una semana.

Ahora si: ¿es o “nues” hijueputa ese hijueputa de Don Pedro?

miércoles, 24 de abril de 2013

Están gastando nuestra plata sin sentido de responsabilidad. OPINE POR FAVOR



El Ecuador MALGASTÓ 80 millones de dólares en 12 aviones de ATAQUE que no tienen armas, según los datos del Coronel Fausto Cobo en entrevista en Radio Visión. Es decir, el Ecuador compró los balones de basket, pero aun no tiene aros en la cancha… Te ruego escuchar 4 minutos, SOLO 4 MINUTOS de esta entrevista. Desde el minuto 28:30 hasta el minuto 32:10. Creo que es hora de que los civiles también seamos tomados en cuenta a la hora de que el Estado “vaya de compras” en términos de seguridad. ¡ESTÁN MATANDO A NUESTRAS JÓVENES, LAS ESTÁN TRAFICANDO COMO MERCANCÍAS! Ahí es donde necesitamos esos 80 millones de dólares. Por favor, luego de oir esta entrevista, solo te quito 5 minutos más. Lee un editorial del ex presidente Rodrigo Borja que corrobora la ESTUPIDEZ que estamos haciendo. Me imagino que al decir esto seré TRAIDOR A LA PATRIA… pues no, no lo soy. Exijo como ciudadano que las compras de armas sean para defender al pueblo y no para enriquecer a los comerciantes de armamento a nivel mundial. ¡Veedurías ciudadanas!

DIRECCIÓN DEL AUDIO
http://www.ivoox.com/crnl-fausto-cobo-dr-vethowen-chica-audios-mp3_rf_1956062_1.html
DIRECCIÓN DEL ARTÍCULO
http://www.elcomercio.com/columnistas/Armamentismo_0_418158210.html

miércoles, 10 de abril de 2013

Riobamba vista desde los ojos de un quiteño.


Conocí Riobamba allá por mediados de los 70. Por sus calles empedradas circulaban pocos carros haciendo un ruido que uno podía escuchar a cuadras de distancia. Yo solía pasar en la Orozco. Desde la Loma de Quito se veía a lo lejos como iban subiendo… pero no solo subían carros, buses y camionetas, también subía gente ofreciendo productos. La señora de la leche, el señor de la fruta… hasta el señor sastre iba personalmente a dejar su trabajo y a ver si “porai había alguna otra cosita”.

Yo me bañaba temprano para salir disparado. Bajaba por unas gradas pintorescas y ya estaba en el Centro. Me gustaba pararme en la Estación para ver pasar la vida. Si una cosa me llamaba la atención es que en esta ciudad todo el mundo saludaba. La 10 de Agosto era bulliciosa porque la gente se hablaba de un lado de la calle al otro. “¡Cómo estás Miguelito!”, “¡Bien hermano, ¿cómo están en tu casa, tu mamacita?”… y así. Y el caminar, por motivo de esta acción, era lento, maravillosamente lento. Una procesión de gente que subía, saludaba con el 90% de la procesión de la gente que bajaba. Eso pasaba todos los días.
Allá por los 80s un buen día llegó un espectáculo a la Estación. Una mujer en una urna de cristal, aparecía desnuda envuelta en una gigantesca culebra… ¡Qué culebra, qué culebra! Han pasado 30 años y no me he borrado la cara de la chica (que por cierto, si no se la tragó en esa década la culebra, hoy ya debe ser abuela). Muchos guambras hacíamos la fila para ver el siniestro espectáculo. Al salir, unos tantos se compraban la ficha para el futbolín, y otros jugaban al “Sapo”. Finalmente “paviando” se llegaba a la casa.

A las 5 de la tarde, impajaritablemente se tomaba el café. En este ritual no podía faltar el pan de agua de la Vieneza, la mortadela de la Ibérica y el queso, que don Manuelito traía pasando un día. A mi me gustaba el café negro porque el café con leche me aflojaba el estómago. Uno que venía de Quito, donde en las fundas nos vendían 20% de leche y 80% de “quien sabe”, era un proceso adecuarse a este manjar. Yo nunca pude.

Se “mataperreaba”. Yo recuerdo que aplanábamos las calles de punta a punta. Por la mañana a hacer “deporte” en el Chiriboga y por la tarde a descansar en el “San Valentín”. Todo lo que se perdía en la cancha se ganaba en la mesa… calorías.

En la Merced el hornado había que pedirlo con pinzas. En “Sucres” en esa época, yo solo pedía 3 mil… si uno pedía 5 mil era porque estaba bien acompañado. Los platos eran gigantes. Un día, luego de mis 3 mil sucres de alegría y de un jugo helado, salí y me topé con un traslado. Unas 60 personas llevaban un ataúd por las calles. Yo me uní, quería saber cuánto se caminaba y dónde terminaba el “paseo”. Increíble, caminé lo que no recuerdo haber caminado antes. Terminamos en el cementerio. Ahí se habían preparado no menos de 10 discursos para elevar loas por el fallecido. Esto era en Enero. Cuando me fui a la casa me topé con 3 pases del niño. Curiquingues que iban y venían, una fiesta. Como es de pequeña la ciudad y como es de contradictoria la vida. Los llantos y las risas se mezclaban en la misma cuadra.

Riobamba es una ciudad de la que es difícil no enamorarse. Les hablo desde un Quito ruidoso, complicado, inseguro. Riobamba es la ciudad más cercana al cielo. Es ese conjunto de calles donde convergen los opuestos. Me siento enormemente orgulloso de poder escribir para esta ciudad, porque si bien soy quiteño de nacimiento, no me cabe duda de ser riobambeño por naturalización. Felicidades Riobamba de mi vida.

sábado, 6 de abril de 2013

Todo pasa de moda. ¿por qué no habrían de pasar también de moda las leyes ecuatorianas?



En este momento, mientras escribo esta nota, traigo unos pantalones que me compré hace 4 años. En uno de los bolsillos del vetusto pantalón tengo un teléfono celular que a duras penas recibe llamadas porque me lo compré hace 2 años y todo le va quedando “incompatible”. Fuera del pantalón tengo un matrimonio que con altibajos y “altialtos” ya me dura 13 años y, antes del almuerzo, acabé de escuchar algo de mi colección de “LP´s”, porque me niego a matar al tocadiscos de aguja que agoniza bajo una capa de polvo que no se quiere ir. Debe ser por eso que escribo esta nota en particular… seguramente debe ser por eso.

¡No entiendo la moda! No logro “engancharme” en el concepto de tirarlo todo a la basura cada 15 días para volver a empezar.

Pero si no entiendo este nuevo “evangelio” comercial, peor lo voy a poder entender a nivel ESTATAL. Aquí es donde realmente empieza este escrito. Bienvenidos y bienvenidas.

Hace menos de un año, a algún “iluminati” se le ocurrió que para combatir la delincuencia, los motociclistas debíamos portar chalecos con la placa de la moto impresa en él. Muchos, sin chistar, nos pusimos sobre las chompas esos horribles chalecos para evitar ser multados, más que para contribuir con la delincuencia… en eso hay que ser sinceros. Meses después se derogó la medida: pasó de moda. Por eso es que muchos optamos por “adornar” con el chaleco al monigote de año viejo.

Hace menos de un año a otro fabuloso “iluminati” se le ocurrió que la velocidad máxima para transitar en las urbes ecuatorianas (favor léase correctamente: “URBES” y no “UBRES”), era de 50 Km./h. Un mes después la disposición fue archivada en el baúl de los recuerdos. Hoy sigue vigente pero tanto para el policía como para el conductor, la medida pasó de moda. Nadie respeta esta ley y a nadie más le multaron por violarla.

Ruga la Tortuga llevó en su barriguita un cargamento de cocaína a Italia. Pataleamos, nos pusimos de cabeza, insultamos y ahora resulta que en Italia están presos los implicados y en el Ecuador colorín colorado este cuento se ha acabado. La bandida tortuguita, por sus propios medios porque no hay más implicados, se comió esa cocaína y nadie puede probar lo contrario… El tema, gracias a la noticia del Papa Francisco I, a la muerte de mi Comandante Chávez, a la casi clasificación al mundial y al matrimonio de Estefani Espín, ya pasó de moda.

El control de las llantas de los buses en los terminales interprovinciales tiene una suerte parecida. Créanme que he llegado a desear otro volcamiento con decenas de muertos porque los terminales terrestres sin policías esmerados y vigilantes se ven casi vacíos, sombríos y tristes. Es bonito ver como el día después de un accidente, ellos salen bien vestidos y peinados para las fotos de prensa, y serios como debe ser, revisan una a una las llantas de todas las unidades de transporte. ¡Qué nostalgia! Pero como no ha habido accidentes… pasó de moda.

Escribo desde la frustración de ser solo un ciudadano.




miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Es la Biblia la "palabra de Dios"?

Este escrito es una respuesta que le di a una persona con la que empezamos un debate teológico en Facebook. Desde el párrafo siguiente hasta el final, es la copia fiel.

Empecemos por una contradicción: ¿Cristo viene a cumplir la Ley o a reformarla?
Al leer el Antiguo Testamento y el Nuevo, vemos DOS CARAS de un mismo Dios. Uno es de guerra, otro es de paz; uno reconoce favoritos, otro llama a los diferentes y les sirve. Aquí está la primera gran contradicción. Pero qué es lo que dice la tradición, la cultura, el discurso oficial para que no preguntemos: “El Señor dice: Mis pensamientos no son tus pensamientos”. Fin de la conversación, cuando la verdad se muestra tan evidente. Miremos lo que dice Cristo:
Mateo 5: 17, 18
5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
Lucas 16: 17
16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.

El primer libro que aglutina esta “LEY” es el libro del Pacto, o libro del Éxodo, que no fue escrito por Moises pero que detalla su vida y el cómo Dios le da ciertas normas que, según Cristo, siguen vigentes hasta que se acabe el cielo y la tierra.
Luego está el libro de Levítico que recoge el denominado “código de santidad”
Luego aparece el código deuteronómico o Deuteronomio que es un recopilatorio de las leyes hebreas vigentes. Muchas aparecieron ya en el libro del Éxodo que fue escrito antes.
Dios nos manda, según su palabra, a cumplir esta ley en Deuteronomio 28: 58-61. Ojo, para todo el que crea que “Dios no te castiga”, basta con que lea estos 4 versículos siguientes para que le quede claro.
28:58 Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS,
28:59 entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;
28:60 y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
28:61 Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.

¿Dios de amor?

Levítico 27: 28,29
Dios fue el que ordenó declarar “anatema” a poblaciones enteras donde el pueblo de Israel les dio muerte… exepto a las mujeres vírgenes y al ganado.

Deuteronomio 20: 10-18
Mi comentario personal es que yo no escogí nacer en Quito. Dios, el dios de amor, me dio esa oportunidad. Por consiguiente, al nacer en Quito también adquiero por herencia un sinnúmero de creencias y valores propios de esa cultura. ¿Cómo me puedes matar por ser “quiteño” y adoptar esa cultura, cuando TU, dios de amor, fuiste el responsable de este hecho? De alguna forma puedo “entender” a un dios castigador si luego de darme el mensaje no me “convierto”… aunque dejaría de ser de amor, pero si “no es mi culpa” el estar donde estoy?

Dauteronomio 13; 7-11
Tomando en cuenta que esta es la Palabra de Dios revelada y que debe cumplirse so pena de castigo porque recordemos que el mismo Cristo no enseñó que hay que cumplir, como lo detallé arriba, hay que tomar una decisión: o reniego del Antiguo Testamento y solo tomo lo que me conviene; o mato a todo aquel que te invite a otra cosa, como yo lo estoy haciendo ahora; o me hago el loco y tomo solo lo que me conviene tomar.

Deuteronomio 13: 13-19
Aquí puedo entender el respaldo que gran parte de la cristiandad, especialmente protestante, da a Israel cuando mata a civiles palestinos. Ojo, no digo que los palestinos sean unos santos y mucho menos que tengan la razón. Creo que hay VERDADES en plural, y creo que la forma de debatirlas en conversando y no exterminando.

Exodo 21: 20,21
Los derechos humanos no son la especialidad de Dios. No solamente acaba con los enemigos sino también con los sometidos. Este mandato es cobarde e injusto… y lo peor es que AUN ESTÁ VIGENTE. O, ¿dónde está escrito que se deroga?

Deuteronomio 22: 28,29
Hay mujeres que siguen defendiendo que Dios NO ES MACHISTA. Esta es la prueba de lo contrario. Si una mujer es violada Y ES ENCONTRADA EN EL ACTO, puede hacer algo, caso contrario, si ella quiere demandar su palabra no vale. Pero lo peor no es eso, lo peor es que al haber sabido que yo puedo violar a una virgen y que por 50 monedas de plata ME LA LLEVO A MI CASA, yo en vez de enamorar a mi esposa, hubiera ido a violar a Pamela Anderson, a Sofía Vergara o a cualquier Top Model. Cuando veo el panorama desde el punto de vista de hombre me parece formidable… pero cuando lo veo como padre de una niña me parece CRIMINAL. Pero no tengo por qué entenderlo porque los pensamientos de dios no son los míos.

Deuteronomio 24: 1-4
La mujer, en el plan de dios, es la ayuda idónea: un burro, una máquina de hacer pan, un “criador de hijos”, pero no un ser con derechos. El hombre tiene derecho a divorcirse, pero la mujer tiene la obligación de someterse. La mujer es una cosa a la que se le encuentran DEFECTOS. Pero por qué no les crimaos así también hoy a las mujeres? ¿Por qué no les damos esa cátedra de sometimiento? Sencillo, porque al hacerlo abandonarían la iglesia por considerarla PREHISTÓRICA. Pero ojo, si no se someten a este designio de ser ciudadanas de segunda clase, pueden ser objeto del castigo del Señor…

Deuteronomio 25: 11,12
Las mujeres terminan siempre pagando los platos rotos. LEAN ESTO QUE ES DE ASOMBRO. Moraleja: Si usted ve que a su marido le están masacrando, mejor deje que le peguen, no vaya a ser que por comedida salga “sin mano”.

Deuteronomio 23:2
Dios nos hizo según Isaías fuimos creados desde el vientre de nuestras madres… lo simpático de esto es que si vinimos con falla, que no es responsabilidad nuestra, el mismo dios que nos creó, nos discrimina. ????

Deuteronomio 23:3
Pero si el deforme no es aceptado, el mestizo tampoco. Luego le culparon a Hitler por proponer algo parecido y en el intento matar a 6 millones de jidíos. La pregunta es: ¿Por qué en un caso es válido y en el otro no? Sencillo, porque tus pensamientos no son mis pensamientos. PUNTO.

Deuteronomio 23:21
¿Por qué los judíos son los dueños económicos del mundo? O mejor dicho: ¿Por qué dios me “castigó” de antemano y no me permitió nacer en el bendito pueblo de Israel para poder gozar del usufructo de los intereses? ¿Por qué nací de este lado del río?

Estimado Rodrigo, tienes puesto en tu muro que el diablo quiere acabar con la Biblia. Hermano querido, no he hecho más que transcribir los versículos como lo haces tu. Me imagino que si no tienes una respuesta yo seré el diablo o uno de sus hijos favoritos. ¿Ves a lo que me refería con el tema de la FE?

Lo que te he presentado aquí es un abrebocas de algo muchísimo más complejo. Te invito a que lo analices o, mejor aun, que me borres de tus contactos, no vaya a ser que en algún momento dudes y que te desvíes de algo bonito.

Los cristianos se empeñan en que lo que hacen no es religión pero como te conté hace tiempo, ESO ES LO QUE ES. La búsqueda de dios a través de un método se llama religión. Si el futbolista quiere decir que “el no juega fútbol sino que danza con el balón” pues está en su derecho, pero para mi eso es jugar fútbol.

La religión, hermano querido, es un momento, más que una cultura, que te permite sensibilizarte con eso que está más allá del entendimiento. Yo rescato eso muchísimo. Yo seguiré, según nuestro trato, presentándote argumentos sólidos para mi postura, pero lo que ahora vives en el descubrimiento de tu dios, es sumamente rescatable. Dime si mi formulación de pruebas te molesta y te juro que más bien me disculparé y dejaré las cosas ahí.

Por ahora recibe un abrazo y cuéntame tu posición con respecto a lo señalado. Ojo, hay muchísimo más.

domingo, 10 de marzo de 2013

Sobornando a un empleado público.



Ayer SÁBADO, me timbraron la puerta. Era el empleado del agua potable que venía a cortarme el servicio por no haber pagado. No lo había hecho porque me había olvidado o porque no había tenido tiempo, no. No había pagado porque no había tenido plata para hacerlo. Salí a recibirlo con la verdad. Por respeto a mi mismo nunca utilizo las excusas tradicionales: “este ratito estaba por ir”; “Vea, me cogió justo yendo”; “mi abuelita tiene cáncer y vive conmigo y si me quita el agua se muere”… etc.

Al salir me encontré con un hombre de mediana edad que más que un empleado yendo a cortarme un servicio básico, parecía una visita. Venía con sus hijos en un carro rojo. Para mi que luego de “hacerme el daño” de seguro iban a ir a la piscina o al parque a disfrutar del sábado familiar. Yo salí y le mostré dónde estaba el medidor. Me dijo: “Voy a tener que cortarle el agua por no pagar mi amigo”. ¿Amigo?, pensé para mis adentros. Y de inmediato se me vino a la cabeza una respuesta que se le dije en silencio: “A los amigos no se les corta el agua”.

Le dije: “Le soy honesto, no he pagado porque tengo dinero por cobrar pero no me han pagado. El viernes cobré 120 dólares de los 4 mil que me deben. Escogí entre comer y pagar el agua y adivine qué elegí”. Mientras le hablaba, los niños se salían por la ventana del auto parqueado. Veían con admiración como su padre hacía responsablemente su trabajo. Uno de ellos por lo menos, soñaba en ser un “cortador de agua” cuando fuera grande. No me quitaban la vista de encima. El “cortador” me dijo: “El problema es que yo gano por cortar el agua a los morosos. Si no le corto, VOY A PERDER”. Poco me faltó por sacar el pañuelo del bolsillo derecho y sentarme a llorar. ¡Iba a ser el culpable de que esas criaturas no puedan llevarse un pan a la boca!. “Cuánto le pagan por corte”, dije. “5 dólares cobro”, me dijo. Ya pues, solucionemos esto de la única vía posible. Le dije que me esperara un ratito. Entré a la casa y saqué 5 dólares de una alcancía donde voy reuniendo los sueltos que me dan en los vueltos. Quería dárselos “elegantemente”, como cuando uno soborna a un policía de tránsito o a un tramitador del Registro Civil. Quería meter el dinero dentro de algún documento pero no tenía nada a la mano. Ni modo. Con la mirada de los niños todavía clavada en mi persona, estiré la mano y le di los 5 dólares.

Yo sentía lo que sienten las quinceañeras que se han acostado con el barrio entero, pero que frente a sus padres, tomadas de la mano de sus novios, siguen fingiendo su virginidad. Me sentía sucio. Trataba de sobornar al empleado público en un “punto ciego” donde los niños no nos vieran. Pero para Él parecía no haber problema. Con el dinero en la mano me dio un sabio consejo (que por cierto me he dado cuenta que está incluido en el costo de todos los sobornos a los empleados públicos): “no se descuidará jefe, pagará prontito”

Entré a mi casa donde estábamos desayunando en familia. Mis hijos me preguntaron: “Dónde fuiste papi”. Había dos opciones: la una era terminar de apretarme la soga al cuello y decirles: “Fui a sobornar a un empleado público frente a sus hijos”, y la otra, la diplomática, era decirles lo mismo pero con el lenguaje con que nos hablan los políticos y los pastores evangélicos. Opté por esa y dije: “A negociar la posibilidad de seguirnos bañando esta semana mis chiquitos… ¿Alguien quiere un poquito más de jugo?”

sábado, 9 de marzo de 2013

Zapatero a tus zapatos.



Uno de los grandes problemas del desprestigio de religiones y partidos políticos, tiene que ver con su insistente necesidad de tener la “única verdad” y creer tener el deber de decirla. Si las religiones se dedicaran a los suyo y los políticos a lo suyo, seguramente les creeríamos más.

Por qué tendríamos que aceptar la argumentación sobre la homosexualidad, sobre la economía, sobre el uso de anticonceptivos o sobre el destino político de un país, venido de un pastor o un cura en un púlpito. Pero del otro lado las cosas son iguales o peores. Por qué debemos dejar que un partido político norme nuestras conductas morales.

El despropósito de ambos lados los ha hecho caer en un panorama desolador. ¿Cuántas personas van a la iglesia?, eso por un lado. Por otro, si el voto no fuera obligatorio, ¿cuántas personas acudirían a votar? Pocos son los que les creen. Cada día tienen menos adeptos en proporción a sus esfuerzos. Es decir, sí, la iglesia sigue creciendo, pero cuando hacemos la evaluación de cuántos se fueron nos damos cuenta de que metieron a 10, se fueron 7 y luego con un esfuerzo de marketing metieron a 9 más. Aparentemente han crecido: empezaron 10 y ahora son 12, pero el costo real es un secreto o simplemente no ha sido evaluado.

En el caso de los partidos políticos basta con que llegue una elección para darnos cuenta quiénes son. Muchos son auténticas minorías de minorías. No representan más que a sus propios intereses económicos. La gente lo sabe y ellos lo saben. Creen llevar ese mensaje “salvador” al pueblo y la gente lo que ve es el oportunismo de siempre.

El ejercicio de la política y la religión deben ser eso. El momento en que los transformamos en negocios, perdemos credibilidad.
Matías Dávila 2010, Todos los derechos reservados. Quito - Ecuador - Suramérica