miércoles, 19 de agosto de 2009

Hagamos el amor



El amor, al igual que el odio tienen una particularidad: te invitan a la acción. Por eso hacer el amor no es solo el acto aquel que el occidentalismo manosea en la pornografía. No. Es el hecho de empezar a vivir lo que se siente. Hacer el amor es inventar todo el tiempo el bienestar del prójimo. Pero la iglesia, el gobierno y la filosofía, se han inventado un sinnúmero de maneras de hacerlo sin muchos resultados. Por eso este es un artículo pequeñito. Lo que busca es invitarte a pensar en el resto. Es fácil, sumamente fácil hablar y teorizar, pero en hacer es donde se caen las más complejas teorías. Si SOLO POR HOY aceptas este reto o esta invitación, juntos experimentemos qué pasa. Mira, el rato que yo me preocupe por ti, así no te conozca, dejaré de arrojar a la basura mis pilas viejas. El momento en que yo me preocupe por ti, dejaré de gastar tanta agua en lavarme los dientes. El momento en que yo me preocupe por ti dejaré mi auto parqueado y tomaré un bus. Ves, quisá no puedas ver el resultado, pero te aseguro que si miles leen este blog ahora, el mundo mejorará aunque sea un poquito. Te invito a pensar en 5 cosas que puedes hacer por el resto. Ojo, independientemente a si la gente te felicita, te agradece o lo conoce. Solo hazlo, empecemos a hacer política de verdad, no esa absurda donde los pájaros les disparan a las escopetas.

Luego de esta experiencia te invito a que me escribas un comentario en este blog y podamos compartirlo entre todos.

Si, definitivamente es más cómodo ir a la iglesia y darse golpes de pecho… la elección es tuya.
Matías Dávila 2010, Todos los derechos reservados. Quito - Ecuador - Suramérica