viernes, 12 de junio de 2009

Gracias por las críticas.



Agradezco a las personas que han escrito sus comentarios en mi página. He publicado todos salvo dos: el último de César Rodríguez y el último de Arián Fernández. En ambos casos el sistema no me dio la opción de “publicar” que suele aparecer al final de cada artículo. Les invito, si consideran necesario, que anexen nuevamente la última parte de sus comentarios. Muy valiosos.
Quiero agradecer a las personas que están de acuerdo y también a las que no. En ambas hallo sabiduría y no podía ser para menos. Dejé de creer en las verdades universales, aunque ciertamente me gustaría y me convendría que existan, y ahora creo firmemente en las verdades particulares. Estas me llevan a defender MI PUNTO DE VISTA. Esas mismas verdades les han llevado a ustedes a defender el SUYO PERSONAL. Y para esto quisiera ponerles un ejemplo dialéctico:
Está una conejita en el bosque. Es una hembra y tiene crías que alimentar. Para esto sale de su madriguera en busca de comida y en su búsqueda es atrapada por un lobo y descuartizada. La imagen raya en lo grotesco. Para un niño pequeño aquí hay un malo: el lobo. Para un biólogo hay un proceso natural: la supervivencia. Para un cazador hay una lucha: la ley de la selva. Para una madre hay un sentimiento: impotencia. Para un maestro hay un ejemplo: así es la vida. Para un libro hay una dedicatoria: “la dicha de unos es la tristeza de otros…” en fin.
El mismo hecho suscitó varias interpretaciones. Pero la pregunta entonces sería: ¿por qué es que todos no vieron lo mismo? En el caso de la religión, los deportes y la política la cosa es muy parecida. Un cristiano hace el bien al orar por las necesidades de otro. Un humanista sabe que la oración que no va acompañada por la acción a favor del desprotegido no sirve de nada. Un budista tal vez llegue a ver en esta necesidad un aprendizaje.
El mismo Cristo, la misma Biblia, muchas denominaciones. El mismo país, la misma problemática, muchos partidos políticos. ¿Somos malos los que pensamos diferente? No. ¿Son buenos los que piensan en lo que tu que estas leyendo este artículo piensas? No necesariamente.
No dudo ni por un instante en la existencia de Dios. Siento a Dios en cada sonrisa y en cada segundo. El no desperdicia nada y me ha ido formando de “coincidencia” en “coincidencia”. Dios me preparó para este momento así mi crítica te haga pensar que estoy lejos de Él.
Este artículo no buscaba hacer una crítica a Dios porque no estoy a su nivel para hacerlo y no es mi tarea tampoco. Tenía el objeto de explicar y luego corregir el curso. Hay un comentario de una amiga de Latacunga que me dice que ella está completamente segura que volveré a los pies de Cristo. Hay los que me dan consejo y los que me queman por anticipado en el infierno. ¿Qué pasará? No lo sé. Puedo hablar por el día de hoy porque es lo único que tengo.
Hoy tengo un mensaje que darte a ti que estás leyendo esto. Creo haber descubierto el por qué estamos aquí. ¿Sabes cuál es tu propósito en la vida según esta mi investigación vivencial? Pues no es otro que el que seas feliz. Dejemos de lado por un momento nuestras creencias religiosas, políticas o futbolísticas que lo que han contribuido es para separarnos antes que unirnos. Ahora si. Si tu eres feliz la gente a tu alrededor lo será también. Tu haces “milagros” de felicidad en los demás. Tienes el poder de que tu hijo salga con una sonrisa de la casa o que el controlador del bus tenga un mejor día. Tu tienes el tus manos el poder de hacer que haya menos contaminación, menos mal trato, menos hipocresía, etc. Tu tienes ese poder. Basta de delegarlo a algo o a alguien. Los políticos crearon a la oposición que es el basurero donde lanzan sus insultos y la religión creo al diablo que es donde abandonan sus responsabilidades. Tu y yo tenemos la obligación y el derecho de ser felices. Vive la vida sirviendo al que necesita y ni por un segundo se te ocurra pensar que no vale la pena porque hay muchos, o porque necesitan mucho… si solo 1000 personas leen esto y están de acuerdo con empezar, el mundo cambiará y tendremos esperanza.
Si yo solo salgo a la calle y le doy 5 centavos al padre de familia que por no conseguir trabajo tiene que vender en el bus… no pasa nada. Pero si los 1000 le damos 5 centavos son 5 mil centavos (50 dólares). Hay que empezar a CREAR oportunidades. Todos tenemos esa capacidad.
Finalizo agradeciéndoles, pidiendo disculpas a Arián que me dice que “ojalá le conteste porque cuando me ha pedido consejo antes no le he respondido”. Hay una canción linda que se canta en la misa del colegio San Gabriel que dice: “Ayuda al hermano necesitado porque mañana ya no te necesitará” Creo que es cierto Adrián. Por eso te pido disculpas pero me consuela saber que uno de los filósofos que admiro mucho que es Deepak Chopra dice: “Lo que no es de ser no será”. En “cristiano”, Dios sabe como hizo las cosas. Recibe un fuerte abrazo de mi parte.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy en acuerdo con la mayoría de lo que comentas, es más, creo que nuestra mente occidental ha puesto otros ídolos en lugar de los que dejamos, para quienes fuimos católicos. Por ejemplo: dejamos de tomar, pero nos concentramos en el trabajo; dejamos de adulterar pero ahora solo queremos prosperar económicamente; dejamos de robar, pero ahora fracasamos en el hogar por estar metidos en la iglesia, y digo "metidos" porque no somos más que un pedazo de carne con madera sentados en una banca buscando un "estilo de vida exitoso"; de eso tienen la culpa muchos pastores que "venden" literalmente el evangelio, es decir, tanto das y tanto recibirás. No le hablan a la gente de renuncia y de negación que es de lo que habló Jesús durante sus tres años de poderoso ministerio. La gente no busca a Dios sino solo su mano, pero de eso cada uno dará cuenta, así que no puedo juzgar a quienes lo hacen porque Dios lo sabe; pero lo malo es que gracias a eso, la gente lastimada se aleja de Dios eso es lo más grave. Pero sí quiero exponer lo que dijo Jesús: "Yo soy el camino y la verdad y la vida" El seguir las enseñanzas de Jesús no es un fin, es un camino hasta el final de mis días en este mundo en el que Él mismo te va enseñando con amor y paciencia, aunque tropiezas a veces y le fallas, Él está allí para tomarte con sus brazos de amor. Él es mi Padre. En mi caso, predico en mi negocio, les hablo de Jesús y cómo puede cambiar las vidas a cada uno, pero también con vida: pagando sueldos justos, aportando al seguro, pagando impuestos e incentivando a las personas que Dios ha puesto a mi cargo, pero al mismo tiempo, cuando cometen errores se los digo exortándoles a cambiar el comportamiento sin denigrar a la persona de la misma forma que Jesús lo haría, aunque eso a veces es mal entendido por algunos (tal como pasó con Jesús).
Personalmente no creo en el humanismo, ya que el ser humano ha sido creado por Dios, y si la sociedad va de tumbo en tumbo es porque busca solo su beneficio personal y su "felicidad" a toda costa y ha perdido el temor de Dios. Solo el día de la comparecencia delante de Dios sabremos quién fue verdaderamente cristiano, mientras tanto les exorto con las palabras que mi Dios me ha exortado con amor: "Solo esfuérzate y se valiente, no temas ni desmayes porque Dios estará contigo donde quiera que vayas"
Persevera hasta el fin, vive como si la salvación se perdiera, busca la santidad y ama a Dios, ya que nosotros lo amamos porque Él nos amó primero.
Bendiciones
César Rodríguez Molina
Iglesia Bautista Betania

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