miércoles, 17 de febrero de 2010

Saulo Ariel, ¡cómo no publicarte!


Esta es la carta de Saulo Ariel al blog. Me place mucho publicarla.

Hace algún tiempo alguien me dijo: Por qué preocuparse por los problemas que no tienen solución.
Otro día, alguien mencionaba que los problemas que no tienen solución en realidad no son problemas.
Frente a tal sentencia alguien contragolpeó diciendo que: los problemas que no tienen solución no son problemas sino catástrofes.
Quizá cada cosa es del color del vidrio con el que se lo ve...quizá.
En cualquier caso, a veces quiero creer que mi depresión efímera o relativamente periódica es la prueba evidente de que aún sigo vivo y de que vale la pena seguir viviendo.

Por cierto, gracias por el post.

1 comentario:

Mickel-Gt-Maldonado dijo...

Muy beno, como todo lo que publicas loco! (desde el respeto). Ya son algunos años desde que abriste el blog - justo después del de "Pitbul" que acoto, no fue el mismo desde que te fuiste - pero en fin y ésta es la primera vez -si mal no recuerdo- que te escribo. Bueno para ser puntual gracias por el espacio, es un aliciente ver en la baneja de entrada tus publicaciones en medio de tanta basura y carteo elecrónico. Espero te guste esto. Lo escribí hace mucho y, en parte, alentado como muchos; por las palabras sabias que Dios pone en tu boca. EL PRECIO DE UN SUEÑO.
Dicen que soñar no cuesta nada. Pero de tantas cosas que hemos soñado cuántas han logrado hacerse realidad?... Si, es cierto. La verdad es que a veces nos contentamos, o más bien, acostumbramos a vivir en el mundo de las fantasías, porque claro, es más fácil cerrar los ojos y ver todo lo que queremos ya realizado, y no abrirlos y esforzarnos por cumplirlos; no te culpo, ya que el facilismo al que nos acostumbra el estilo de vida de este mundo, nos hace desesperar cuando queremos algo, porque ya no se trata de luchar y conseguir el premio al final de la jornada. Mas bien, se trata de obtener lo que quiero ahora! Y después desesperadamente ver como lo pago…
No temas soñar y, por sobre todo, no temas ir a por tus sueños y hacerlos realidad, pues la vida en sí es un reto y, si enfrentas el mismo con amor, confianza, coraje y mucho más, serás una gran persona, agradecida de lo que tienes y orgullosa de lo mismo, y disfrutarás de lo que aluna vez solo se creó en tu mente. Porque pagaste… El precio de un sueño.

Matías Dávila 2010, Todos los derechos reservados. Quito - Ecuador - Suramérica