jueves, 22 de noviembre de 2012

Sobre el poema a JJ

Este poema, escrito por Fernando Artieda, es sin duda el más fiel reflejo de la cotidianidad de un puerto amanecido. Para quienes tenemos la suerte de visitar Guayaquil con regularidad, es un motivo para llorar, para dejarse abrazar por la melancolía. Ahí va.

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