sábado, 1 de junio de 2013

Cuando me toque…


Corto relato dedicado a los hijos de personas con Alzheimer

El olvido es la muerte más cruel. No desnutre, no desmiembra, no agota, no lacera, no desangra, no golpea, no tortura, no intoxica, no destroza… solo olvida.

Es en la cabeza donde se libran las más feroces batallas. Es en la cabeza donde se forman largas hileras interminables de recuerdos como soldados, como guerreros apostados a la espera de la nada. Es en la cabeza donde no se necesitan balas para fulminar momentos, caras, nombres, parentescos, gratitudes y hasta amores.

“¿Sabes quién soy?” es la trompeta que suena para avisar que se han desplegado las tropas. “No”, es el sonido del cañón que sin misericordia alguna borra por completo lo que fue.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso... la realidad vista con amor!!!

Matías Dávila 2010, Todos los derechos reservados. Quito - Ecuador - Suramérica